Debo decir que, si bien en mi opinión se han tomado muy malas decisiones respecto a las fechas de esta Kings World Cup Nations, lo cierto es que en cuanto a contenido está siendo todo un acierto. Una competición corta, con mucho por decidir en pocos partidos y en la que los equipos tienen que estar al 100% desde el día uno.
Esto es algo de lo que ya se dio cuenta España y que por desgracia lo tuvo que aprender por las malas, cayendo en el Last Chance contra Turquía. El equipo nacional llegaba con la presión de ser el claro favorito al título y quizás eso haya terminado por ser un inconveniente más que una ventaja.
Lo cierto es que otro equipo que llegaba con una gran presión era Brasil y, sobre todo, un jugador en concreto. Kelvin Oliveira volvía al formato de Gerard Piqué después de ser el mejor…